Los Diferentes Tipos de Violencia Intrafamiliar

Por Camila Miranda-Perez



La violencia intrafamiliar es un problema social que no discrimina nivel socioeconómico, religión, raza, o ideologías. Esta violencia va directamente en contra al diseño de Dios para la humanidad ya que la familia es la organización mas importante de la sociedad. La violencia intrafamiliar, también conocidas como violencia doméstica, es un patrón de comportamientos cuyos objetivos son ejercer control y poder sobre un miembro de la familia. Estos actos violentos pueden ser perpetuados en las relaciones entre los cónyuges, entre padres e hijos, entre hermanos, o contra otro miembro vulnerable de la familia. Usualmente la persona con más poder victimiza y amenaza a la persona más vulnerable. La mayoría de las víctimas de violencia intrafamiliar son las mujeres, los niños, los ancianos, o individuos con discapacidades.

El agresor suele usar la amenaza y la intimidación para que la víctima guarde silencio. Como estos episodios de violencia ocurren en lugares privados, son menos detectados y reportados, lo cual perpetua la victimizacion y dificulta la ruptura del ciclo de violencia intrafamiliar. Generalmente los agresores también fueron expuestos a la violencia doméstica o fueron víctimas de violencia durante su infancia. Aunque no existe un perfil exclusivo, algunos rasgos característicos de los agresores son: una elevada necesidad de poder, sentimientos de inferioridad y baja autoestima, internalización de estereotipos de genero (machismo), inestabilidad emocional, impulsividad, celos y posesividad, egocentrismo, bajos niveles de empatía, elevada capacidad de manipulación, entre otros.

Hay varios tipos de violencia intrafamiliar, unos más evidentes que otros, pero en todos los casos esta violencia es una forma de interacción que ocasiona o amenaza con ocasionar daño de alguna clase. Algunos tipos de violencia intrafamiliar más comunes son la violencia física, sexual, psicológica o emocional, y económica.

  • La violencia física se caracteriza por agresiones que trasgreden el espacio corporal de la otra persona sin su consentimiento, ya sea atreves de golpes, empujones, castigos físicos que infringen dolor y sufrimiento corporal, entre otros. Cualquier tipo de agresión, que no sea accidental, en la que se use la fuerza física, se considera violencia. Según la teoría del ciclo de violencia, desarrollada por la psicóloga Leonore Walker, existen cuatro etapas de violencia domestica: la etapa de calma, la acumulación de tensiones, la crisis de violencia, y el arrepentimiento y reconciliación. 
    • En la primera etapa de calma no hay desacuerdos y la calma es mantenida porque todo está en orden según el punto de vista del agresor. 
    • En la segunda etapa de acumulación de tensiones el agresor comienza a descargar su tensión con violencia verbal, golpeando cosas o rompiendo objetos. El agresor piensa que su enojo está justificado y busca excusas externas por su comportamiento. 
    • En la tercera etapa, la crisis de violencia, el agresor pierde el control y descarga su tension agrediendo fisicamente a la víctima.
    • En la cuarta etapa de arrepentimiento y reconciliación, también llamada luna de miel, el agresor manifiesta su arrepentimiento de diferentes maneras y promete que la agresión no volverá a suceder. En esta etapa de reconciliación la víctima quiere creer que el agresor ha cambiado y que la violencia no volverá a ocurrir. El agresor usualmente se ve como una víctima de las circunstancias en donde no le quedó otra opción. Este ciclo se repite una y otra vez y lamentablemente, en la mayoría de los casos, la violencia no solo no termina, sino que incrementa y es cada vez mayor en intensidad y duración. 
    • La violencia sexual se refiere a relaciones sexuales sin consentimiento de la otra persona, forzadas, o impuestas al otro. Este abuso sexual obligado usualmente va acompañado por la humillación y el abuso físico y emocional. 
    • La violencia psicológica o emocional es más compleja y difícil de detectar. Esta forma de violencia incluye un conjunto de comportamientos en donde el maltrato es psicológico y puede ser pasivo o activo. El maltrato psicológico pasivo incluye la falta de atención hacia la víctima, el abandono emocional, la falta de afecto, entre otros. El maltrato psicológico activo es un trato degradante continuo que puede incluir la violencia verbal, insultos, amenazas, palabras hirientes, coerción, criticismo, intimidación, manipulación, distorsiones de la realidad, mentiras, aislamiento forzado, interferencia en las relaciones de amistad, y persecución o acoso. Este tipo de violencia psicológica puede ser intencional o no intencional. 
    • La violencia económica se caracteriza por una acción u omisión de parte del agresor que afecta el sustento económico de la víctima con el objetivo de ejercer control sobre ella. Por ejemplo, el agresor puede negar el dinero suficiente para las necesidades elementales como alimentación, vestimenta, acceso a la salud, etc. También puede negarle el acceso al control de la finanzas o la oportunidad de tomar decisiones sobre el manejo de las finanzas de la familia. El agresor también tiende a exigir comprobantes por cada cosa que la víctima gaste y también llegar a prohibir que la víctima trabaje para así tener el control total de los ingresos y el manejo de los mismos. 

La violencia intrafamiliar es una amenaza al diseño de Dios para la humanidad ya que él instituyo a la familia como la base más importante de la sociedad. Por lo tanto, no debe existir ningún tipo de violencia dentro de la familia, ya sea física, sexual, psicológica, o económica, y nunca debe tolerarse o justificarse. Aunque no es fácil escapar una situación de violencia intrafamiliar es importante buscar ayuda para romper ese ciclo de violencia. Escapar una situación de abuso puede ser peligroso, por eso es de suma importancia elaborar un plan de seguridad. Este plan puede incluir formar un grupo de apoyo con personas de confianza a las cuales poder acudir; llamar a un refugio o una agencia de violencia familiar nacional para pedir asesoramiento; tener armado y escondido un bolso de emergencia con documentos importantes, dinero, y artículos personales necesarios; saber con exactitud a donde irse y como llegar al lugar destinado en caso que se tome la decisión de escapar. En caso de emergencia la víctima debe llamar al número local de emergencia o a las autoridades locales. También puede buscar ayuda en un centro de asesoramiento psicológico o de salud mental, en un refugio o centro de crisis local, con su proveedor de atención medica, llamando a la linea nacional de violencia domestica, buscando asesoramiento en un juzgado local donde le puedan dar una orden de restricción, o alguien de confianza como un familiar, amigo, consejero espiritual o líder religioso. Nadie merece ser maltratado y la víctima nunca debe pensar que es culpable del maltrato. Cuanto más tiempo la víctima permanezca en una relación abusiva, mayores serán las consecuencias físicas y emocionales, las cuales dejaran grabes secuelas no solo en la víctima sino también en la familia entera. 



Camila Miranda-Perez tiene un B.A. en Psicología, Maestría de Ciencias en Desarrollo Integral de la Niñez, y Maestría de Ciencias en Terapia de Matrimonio y Familia.


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